martes, 27 de abril de 2010

"Deliciosamente vulnerable" cap 38

Cony había contratado un investigador privado para localizar a Loly. Pero como estaba resultando un gasto inútil, al tercer día había decidido suspenderlo. Grande fue entonces su sorpresa cuando al llegar la hora de cobrar la cuenta, otra vez se pusieron en comunicación con ella.

—De Rebagliatti, Investigaciones —anunció una voz nasal, por el celular—. Tenemos una factura de tres milpesos , impaga.

—Ya les dije que se la cobren al señor Eleuterio Ríos...—replicó Cony, impacientándose—. Comuníquese con su secretaria al 4...Pero la voz la interrumpió.

—El señor Ríos está fugado y con pedido de captura de la Interpol. La deuda es al contado, y ya tiene más de una semana de...

Esta vez fue Cony la que no la dejó continuar:

—¡¿Qué estupidez está diciendo?! El señor Ríos es mi padre y...

—Señorita, le advierto que cuando el atraso de la factura es superior a los quince días, es enviada a nuestro sistema de cobranzas. Y, créame, no le va a agradar que nuestros cobradores la visiten.

Cony se negó a seguir escuchando. De hecho, sólo había prestado atención en la parte de que su padre estaba fugado.

Colgó el teléfono y comenzó a discar el número de Rita, la secretaria privada del directorio. Luego el de la planta, el del celular, el del departamento de la calle Libertador... En todos los casos la respuesta fue la misma: “el número solicitado se encuentra fuera de servicio por falta de pago”


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—Así que ésta es la mujer de tu vida... —repitió incrédulo Rodríguez Melgarejo.

Pedro asintió, mientras hacía gestos a la azafata para que le trajera otro whisky.

—Y ahora sos feliz...

—¡Como nunca! ¡No sabés lo que es esta mina en la cama!... Y además no es rompe- pelota como las otras, que hablan todo el día... Es cierto que como decoradora es un poco... La verdad que levantarte y ver esas paredes negras y naranjas te mata. Aunque ella dice que no es naranja, que es ladrillo... Y también está lo del olor... Al principio creí que era patchuli o sándalo... ¡Que idiota!

—¿Y qué era?

—Y... digamos que la chica tiene grandes ASPIRACIONES, y usa los sahumerios para tapar el olor.

—Che, que jodido...

—No, al contrario. Con eso se queda de lo más tranquila. Y lo bueno es que no se inyecta nada...

—¿Pero a vos te gusta una mujer así?

—Es mi mujer ideal: no rompe, no jode... ¡Y no sabés lo que es en la cama!... ¡La mujer de mi vida!


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Mientras Pedro ponía la llave en la puerta de su departamento, de regreso de su viaje a Milán, pensaba en lo que lo estaba esperando: ¡sexo! Pero cuando la puerta se abrió, supo de inmediato que la fiesta había empezado sin él.

Calló por un momento.

Nunca le había pasado algo así..., ¿qué se suponía que tenía que hacer? En el silencio, aquella voz masculina le resultó familiar...

¡Tendría que haberlo imaginado!

Se dirigió con paso firme hacia el dormitorio y abrió la puerta de un golpe.

—Esteban Franchinotti —le reclamó—. ¡Al menos podrías haber pagado un hotel!

De inmediato salió del cuarto, como si aquella imagen lo horrorizara. Ayelén permaneció quieta. No hizo ni el menor gesto de taparse, ni una pizca de rubor surcó sus mejillas. Ella no entendía tanto escándalo por aquella pavada... En cambio, Esteban se había puesto verde. Tenía miedo de Pedro. Mucho miedo. Un miedo irracional que agregaba placer a aquel tipo de cosas: acostarse con su mina, y en su propia cama. Pero ahora tenía que enfrentársele. ¿Qué iba a hacer?...

Se asomó brevemente por la ventana, pero el piso estaba muy lejos. La única salida era la puerta, y tras ella estaba la ira de Pedro. Ayelén, entretanto, se levantó y salió desnuda como si tal cosa, para encerrarse en el baño de la entrada, donde con seguridad tenía escondido otro de sus famosos“sahumerios”.La puerta del dormitorio estaba ahora abierta y Esteban, inmovilizado y medio desnudo, la miraba con terror. Y entonces ocurrió la peor de sus pesadillas: entró Pedro. Parecía cansado y abatido, pero no furioso, y, contrariamente a lo que él esperaba, se sentó en la cama y comenzó a hablarle con calma.

—Mirá Esteban, vos tenés una obsesión con mis mujeres... Nunca me importó demasiado... Pero con ésta... Estoy enamorado de Ayelén. Muy enamorado. Y soy capaz de cualquier cosa por ella... ¿Te querías acostar? ¡Te acostaste! Ya está. Nada serio. Pero para mí ella sí es algo serio... Voy a pedirle que se case conmigo. Y espero que vos nunca más te cruces en nuestro camino...

Esteban lo miró, incrédulo, y Pedro continuó:

—Ahora voy a irme. Vos vestite con tiempo y despedite de ella. Ayelén es un espíritu libre y no quiero que se sienta presionada por mí... Justo esta noche pensaba hacerle la gran proposición. Inclusive había comprado el anillo...Bueno, tendrá que ser mañana...

Pedro comenzó a irse, no sin antes lanzar una última advertencia:

—Mirá que si por tu culpa no me acepta... ¡te mato! Y esta vez va en serio.


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Por primera vez en su vida, Cony estaba sola en el mundo. Su padre la había abandonado de la misma forma cruel en que lo había hecho su madre. Por fortuna, antes de irse el Sr. Ríos había dejado pago seis meses de alojamiento y comida para Loly, que ella no había usado y que, dadas las tristes circunstancias, doña Estela estaba dispuesta a transferirle. Pero comer y dormir no le alcanzaba: tenía que peinarse y vestir adecuadamente. ¿Cómo iba a conseguir un marido, sino?...Cony comenzó a desesperarse.

Cuando su padre le había hecho creer que estaba fundido, ya había intentado quedar embarazada del menor de los Roca Rivarola, pero todo había sido inútil. Incluso se había acostado una o dos veces con el hermano casado, total el ADN era muy parecido, pero tampoco había resultado... ¿Cómo iba a conseguir un marido, sino?... ¡Ya era difícil engancharlos con esa historia del hijo!... Ahora los hombres estaban muy avispados.

Volvió a mirarse al espejo y vio, con horror, que algunas raíces negras asomaban en medio de tantos reflejos dorados...Sus tiempos se estaban agotando.


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Rodríguez Melgarejo ya era un abonado a aquel pequeño pub de Retiro. El lugar tenía sus ventajas: por empezar, no cerraba nunca, cosa que era muy importante para alguien que, como él, incluso luego de un largo viaje desde Milán, era incapaz de conciliar el sueño.

A pesar de que ya hacía tres años que había muerto su esposa, todavía no podía acostumbrarse a volver a su casa y no encontrar a nadie. Quizás iba a tener que hacer como su amigo Pedro y conseguir una mujer que llenara algo de ese inmenso vacío... Pero por ahora iba a tener que conformarse con la única amante que en verdad le era fiel, y que le hacía olvidar que alguna vez había sido feliz: la botella.

Brindó por eso, y al levantar su copa vio a Pedro sentado a la barra.

Miró su reloj: las dos de la mañana. Volvió a mirar a Pedro y notó que tenía una sonrisa en su rostro: ¿estaría acompañado?... Pero el pub era muy pequeño como para albergar dudas: estaba solo.

—¿Qué pasó? ¿Y tu mujer ideal?

—¡No sabés...! —exclamó, divertido—. Llego a casa y me la encuentro muy entretenida con Esteban Franchinotti.

—¿Con Franchinotti? ¡Pero si es un viejo!

—No, no ese Franchinotti: el hijo. Es un pelotudo que me anda siguiendo desde que éramos pendejos. Siempre quiere hacer todo lo que yo hago.... Al principio me resultaba divertido..., cuando crecí, patético. Hasta que un día se pasó de la raya...

La mirada de Pedro se ensombreció, pero luego trató de reponerse para continuar.

—La cuestión es que no lo soporto, y quiero matarlo cada vez que lo veo.

—¿Un día se pasó de la raya? ¡Hoy es ese día! Se acostó con tu mina... ¿Qué puede haber peor que eso?

—Es que una vez le quiso meter mano a... —Y el nombre se le hizo un nudo en la garganta—. Se salió de la raya —concluyó sin dar mayores explicaciones.

Rodríguez Melgarejo entendió de inmediato, y Pedro retomó su buen humor.

—¡Ah, pero ahora sí que voy a vengarme!... Si todo resulta como espero...

—No entiendo.

—Le dije que estoy muerto por Ayelén. Que quiero casarme... Y como el tipo es un reverendo hijo de mil putas, estoy seguro que para cuando llegue al departamento ya se la va a haber llevado al suyo... Así funciona esa lógica chota que tiene.

—¿Pero no era la mujer de tu vida?

Pedro lo miró con incredulidad:

—¿Una puta drogadicta? ¡Vamos!... Ni yo me creí eso cuando te lo dije.

Rodríguez Melgarejo tomó otro trago y volvió a mirarlo.

—No te entiendo, sabés... Encontrás a tu mina con un tipo en la cama y parece no afectarte... Y porque la otra chica quedó embarazada antes de conocerte...

Pedro cambió en un instante de carácter. Su humor era ahora sombrío.

—Al menos Ayelén nunca escondió que era una puta. Nunca se hizo pasar por santa.

Rodríguez Melgarejo pudo atestiguar su amargura, pero igual volvió a preguntar:

—¿Qué es lo que más te enoja de ella, Pedro?... ¿Qué no se acostara con vos?... ¿Qué estando embarazada te hablara de casamiento?... ¿O que hubiera amado a otro tanto como para entregarse, y que no te haya amado a vos de la misma manera?

Pedro no pudo contestar. Cada mujer que había tenido después de Mariana había sido como una capa de tierra que echaba sobre su recuerdo. Pero ahora, tantos meses después, descubría, al asomarse, que el dolor no sólo seguía allí: estaba intacto.


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Cada día en la oficina era más difícil para Mariana. Pérez López acumulaba más y más trabajo en su escritorio pero, para sorpresa de aquel renacuajo, ella lo sacaba no sólo con rapidez, sino también a la perfección.

Tanto, que incluso sus superiores comenzaron a notar la nueva eficiencia del equipo y, por supuesto, el presunto doctor no tardó en convencerlos de que el crédito era todo suyo.

Pero a pesar de todas las ventajas que significaba tener a Mariana, su jefe no veía las horas de librarse de ella. Aquella mujer lo inquietaba con su rectitud. Incluso las demás chicas, quizás por contagio, habían empezado a hacerle cuestionamientos cuando las tocaba, o les daba tareas extras.“¡Que injusto!”, pensaba Pérez López. “Uno se pasa la vida tratando de crear un buen clima de trabajo, para que después venga una recién llegada como esta, a hacerlo pelota”


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Constanza optó por empezar a pedirle dinero a sus amantes ocasionales. En calidad de préstamo, por supuesto. Pero para su sorpresa, advirtió que los hombres no siempre abrían tan fácilmente su bolsillo como su bragueta. Así que antes de ir a la cama con nadie, le pedía el dinero, y si el tipo se negaba, lo mandaba a pasear. Algún idiota, incluso, la confundió con una puta, y le preguntó si le estaba cobrando... ¡Pelotudo!

Por otro lado había hecho una lista con todos aquellos candidatos para el casamiento, pero tampoco ahí había conseguido mucho... No era lo mismo ser la hija del dueño de la Cerámica Ríos, que ser simplemente Cony...¡Daba asco lo interesada que era la gente!


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—Pasá a mi oficina —le ordenó Pérez López a Mariana.

Ella casi no le hablaba, y las pocas veces que lo hacía se refería a él como “licenciado Pérez”, y se las ingeniaba para ponerlo en ridículo, así que él prefería tenerla siempre a distancia.

Por eso aquella llamada a su oficina la extrañó, a pesar de lo cual acató la orden. Tras ella, él cerró la puerta.

—Mirá nena..., vamos a ser francos: yo no te soporto y vos no me bancás. Así que uno de los dos va a tener que irse de esta oficina.

El corazón de Mariana comenzó a latir con fuerza... A la pediatra de Fer le había parecido que tenía una hernia, y había tenido que gastar una fortuna en radiografías. ¡No podía quedarse en la calle justo en ese preciso momento! Pero su jefe no había acabado la frase:

—Uno va a tener que irse... y estoy dispuesto a ser yo. Me ofrecieron asociarme.

Mariana no podía creerlo. Ya era ridículo que ese estúpido ocupara el puesto que tenía en un estudio tan importante, pero ¡¿socio?!Pérez López continuó.

—Claro que eso depende de una única cosa... ¿Te acordás, el día que llegaste, que te encargué algo sobre una absorción?.... La quesería..., ¿te acordás?

—Por supuesto, estoy trabajando en eso.

Su jefe la observó, sorprendido. ¿También estaba trabajando en eso? ¿Pero qué hacía esa mujer? ¿No dormía?

—Bueno, si la absorción se da, yo quedo como socio. Parece que el dueño de la empresa nos pasaría toda su cartera, que actualmente maneja Lanzani... Y estamos hablando de mucha plata, ¿te das cuenta?... De ese informe que estás haciendo depende que yo me vaya de esta oficina y te deje de joder... Eso sí, quedate tranquila, yo también voy a aportar mi granito de arena.

Mariana se sorprendió ¿Iba a trabajar él también en el informe? Pero su jefe la sacó rápidamente de semejante error.

—No pienso mandarte más trabajo extra. Vos ocupate solamente del informe... ¡Y haceme quedar bien!


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¡Cómo no lo había pensado antes! ¡Claro!... ¡Qué mejor que hacer “la gran Loly” y buscarse un viejo! A cuantos de los amigos de su padre había visto babearse cuando se aparecía en tanga. ¡Y todos ellos estaban bien forrados! El único problema era que Constanza Ríos no podía rebajarse a la categoría de “mantenida”. Tenía que obtener lo mismo, pero además, una libreta de casamiento. No se resignaba a no ser la heredera forzosa de alguien.

Sí, si quería un marido iba a tener que andar por nuevos rumbos. Había llegado la hora de buscar un hombro de confianza, (aunque fuera viejo y huesudo), donde llorar la ausencia de su queridísimo padre.


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Respirar luz... Esa era la sensación que tenía cuando contemplaba dormir a su bebé... Fernando Pedroo... Pedro... Pit...

Amaba las manitos de su niño, lo moreno de su piel, los rulos de su pelo. Su calor. Su paz.... Su fuerza, cuando no estaba en paz, (casi todas las noches, por cierto).Y esa calma que la llenaba cuando lo contemplaba dormir... Era como cuando Pedro apoyaba la cabeza en su regazo. Una sensación de total libertad, de ausencia de tiempo. De lo eterno. Algo que hacía que todo el dolor vivido valiera la pena.

Algo que se parecía mucho a la felicidad.


EAAAA MAS DE 1000 VISITAS!!!!!! AYYYY CHE!!!! ME HACEN LLORAR!!!! CAPAZ Q FUI YO LA QUE ENTRO MAS DE MIL VECES PERO BUEH ME HACEN LLORAR IGUAL!!!!!! JAJA

BUENO LES VOY A DEJAR UN PEQUEÑO REGALITO.... ES UN ADELANTO DEL CAPITULO QUE VIENE.... ES MÁS BIEN... UNA FRASE DE PEDRO.... AHÍ VA!!!

—¿Cómo dijistes que se llama la contadora?

SAQUEN SUS PROPIAS CONCLUSIONES!!!!! BESOS!!!!!!!!!

4 comentarios:

camila dijo...

Jajajjajja, es porque es muuuy buena la novela!

Podrias poner 2 caps por dias :))) xD!

Naaa verdad me encanta, porque que a cada vez q entro, hay un cap!!
jajajja

Mariana se llama la contadora ^^'

besoooooooss

Anónimo dijo...

que bienn!! falta poco y nada para el reencuentro!! =) =)

me da pena como esta terminando cony...

estoy deseando leer el proximo capi!!

Un besoo!

teff

Marian Tosh!~ dijo...

yoo no se como hago para q no me dee un ataqqq de nervioss!

sali de casa a las 7.45 y volvi a las 19.15 vi ca y prendi la pc para leer esta novee primeroo q todoo!

yaa kieroo el recuentroo!

esperooo q seaa mñn y no psadoo! xqq ya desesperooo

besitossssssss

Pauly dijo...

Ahhh ace mucho qe no comentoo con estoo del liceoo ! ahii qien sera ejjem lalii?? xddd me encantaa el capitulo i dee qe peter no este interezadop con esa mina :D solo esperoo qe se reencuentren prontoo (: espero otro besos