Pedro lo tenía todo calculado. Eran las seis menos diez. La clase empezaba a las seis. Mariana ya debía estar por aparecer, porque siempre venía temprano. Espió desde donde estaba oculto y la vio llegar. Apuró el paso, la alcanzó en el pasillo y comenzó a hablarle, sin dejar de caminar en ningún momento.
—Mariana —le susurró en tono confidencial—. Te espero a las nueve y veinte en la parada del colectivo 140.Tengo algo que contarte....¡Y desapareció!
Mariana quedó confundida. ¿De dónde había salido?¿Por dónde se había ido?¿Estaba alucinando, o de nuevo iba a salir con Pedro Lanzani?
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La noche estaba helada. Mariana miró su reloj. La clase acababa de terminar y ya eran las nueve y diez. Pedro se había retirado un rato antes.¿Qué iba a hacer?
Salió de la facultad, bajó la escalinata y suspiró. Justo enfrente, cruzando por la senda peatonal, estaba la boca del subte que la llevaba a pocas cuadras de su casa. Casi en el otro extremo, también enfrente, estaba la otra boca..., y la parada del 140
¿Qué iba a hacer?
Cruzó la calle con el semáforo. Eso estaba bien. De cualquier manera tenía que cruzar la calle...Miró la boca del subte y dudó. Él le había dicho que le tenía que contar algo. En eso no había nada de malo...Se dio cuenta que había seguido caminando y se había pasado de la primera entrada del subte. Caminó dos pasos más, y se detuvo. ¡Demasiado tarde! Lanzani estacionaba a su lado mientras le abría la puerta de su auto. Ella no pensó, y subió con docilidad, (¡que horror! ¡ese tipo la podía!)
En el asiento del acompañante había una rosa, que Mariana levantó sin preguntar.
—Felicitame —fueron las primeras palabras de Pedro, a modo de saludo—. Estás hablando con el futuro asociado al estudio Lavagna, Bianchi y, próximamente, Lanzani.
Marcela pegó un grito de auténtica alegría, y comenzó a preguntarle por todos los detalles. Él no omitió ninguno, incluyendo la rabieta de su padre.
La muchacha lo observaba hablar y otra vez se sentía atrapada por su embrujo. Aquel hombre despertaba todos y cada uno de sus sentidos, los mismos que ella se ocupaba cada día en guardar tan celosamente.
Cuando el auto se detuvo, Mariana volvió a la realidad.
—¿Adónde vamos?
—¡Ah, sorpresa!
Ella trató de ubicar el lugar. Era la avenida Figueroa Alcorta... La esquina de Rond Point.
Pedro amaba ese lugar. Por empezar era discreto. Nadie de su edad paseaba por allí, y era tan oscuro como para no traer problemas por si, a pesar de todo, algún conocido decidía entrar... Pero además, le traía muy buenos recuerdos: allí había conquistado a sus mujeres más difíciles. Mariana Esposito entraba de sobra en esa categoría. Y él quería desesperadamente conquistarla.
Bajó del auto y dio toda la vuelta para abrirle la puerta a ella. La condujo con paso seguro a la confitería. La ayudó con su tapado y luego con la silla. Cuando el mozo se le acercó ordenó, sin dejar de mirarla a los ojos.
—Don Perignon, por favor.
Y le tomó la mano. Ella no la retiró. Le gustaba su contacto. Miró a su alrededor. El lugar estaba lleno de parejas. Algunas se besaban con discreción, otras charlaban entre susurros.
—Es curioso —dijo por fin Mariana—. Porque si yo no fuera quien soy, y vos no fueras quien sos, pensaría que estás tratando de seducirme.
—¿Y si te dijera que realmente lo estoy intentando?
Mariana se quedó quieta. Quería pensar, pero no podía. Sólo sentía el calor del cuerpo de Pedro, tan próximo al de ella. Pero necesitaba aclarar sus ideas.
— ¿Qué me estás proponiendo exactamente, Pedro Lanzani?
—Que no me rechaces otra vez... Vos me gustás mucho, Mariana Esposito... Y yo sé que te gusto a vos... Aquella noche en que estuvimos juntos en mi casa fue increíble. Pero quiero más... Lo quiero todo.
Mariana se estremeció. No podía pensar. Sólo sentir. Sentir lo que debía sentirse si aquel hombre la poseía. Él, por su parte, la contemplaba con deseo, expectante. Por fin, ella habló.
—Yo sé que voy a arrepentirme mañana por esto...
Pedro intentó acercarse.
—Para mañana falta mucho tiempo —le susurró complacido.
—Pero... —continuó ella.
—¿Pero? —repitió él.
—No voy a mentirte Pedro. No sé mentir. Sos un tipo increíble y sé que estoy muy cerca de enamorarme de vos.
Pedro sonrió.
—Pero no quiero hacerlo.
—¡Pero...! —intentó replicar él. Ella no lo dejó.
—Vos y yo somos muy distintos. Vos lo querés todo de mí... Posiblemente te referís a que querés que pasemos la noche juntos.
—Por supuesto.
—Pues yo quiero mucho más que eso... Necesito compromiso.
Pedro empalideció, pero ella no dejó de hablar, inmisericorde.
—Quiero alguien que me quiera sin lastimarme... Poder entregarme no sólo por una noche, sino por toda una vida. Si no, no me sirve.
—¿Me estás hablando de... casamiento? —preguntó, incrédulo.
—Te estoy hablando de Dios, de amor..., de compromiso. Sí, te estoy hablando de casamiento. Busco un marido, o un amor para toda la vida, como prefieras llamarlo. Tengo muchas cosas adentro mío que puedo dar...Sólo intento hacerlo con la persona correcta. No podés culparme por eso.
—Yo también quiero esas cosas, pero... con tiempo... —mintió.
—Con tiempo terminaríamos engañándonos: vos, por más que me juraras lo contrario, intentarías llevarme a la cama, y yo... Si me enamorara de vos seguramente intentaría tenderte trampas para que asumieras un compromiso. Y eso no sería justo ni para vos ni para mí. El primero que convenciera al otro sólo lograría volverlo infeliz... Somos muy distintos Pedro, asumámoslo —terminó diciendo, mientras soltaba su mano.
Luego se puso de pie. En ese momento el mozo llegaba con el champagne, y Pedro intentaba en vano retenerla.
—Esperá, yo...
Era incluso capaz de jurarle matrimonio con tal de llevara aquella mujer a la cama, aunque fuera una vez.
—Dejá Pedro... ¡No ves! Ni siquiera me gusta el champagne. Prefiero la sidra.
Y sin permitir que reaccionara, Mariana se fue.
Pedro salió a buscarla, pero fue inútil.
Otra vez se le había escapado.
CAPITULO CORTO... PERO QUERIA SABER QUE OPINAN DE ESTA POSICION DE MARIANA?? COMO LO TOMARA PEDRO?? QUE HARAN??
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2 comentarios:
cortoo?
efimerooo diriaa yooo!
ella le pusoo las cartasss, y buenoo el tmb, ambos no son sinceross!
el si! le dijo la verdad
peroo ellaa?
si todos sabemos q se muere por lo mismo!
xqq ponersee travas!
besoss
buen findeeeeeeeee
Ayyy me encanta jajaja
eso es ser directa!!!
Me encanta esa lali
=D
besiiitos
cMi
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